sábado, 19 de febrero de 2011

Fingiendo realidades - En busca de eternidad

"Fingiendo realidades
con sombra vana,
delante del Deseo
va la Esperanza.

Y sus mentiras
como el Fénix renacen
de las cenizas"

Gustavo A. Bécquer

Fingir realidades, camino contrario al propio encuentro, matarse a uno mismo. Convirtiendo en mentira la vida, hacemos de nosotros un tesoro sin valor.
Privados de sentir, no hay experiencia que valga, cuando somos  nuestro propio enemigo.
Luchando contra molinos gigantes de apariencias extrañas a la esencia, ¿Cómo ser uno mismo en este mundo de frivolidad?  ¿Cuándo dejamos de ser uno, para empezar a ser el otro que no somos?
En estos días de individualismos, entre estampidas de personas que buscan subir solo derribando a otros; que pulen sus trofeos en pos de atención y fama; yo prefiero desahogarme, gritar mi verdad en silencio, desde un nombre que aun no entiendo, pero que simplemente me pertenece.
¿Será que es una enorme responsabilidad ser uno mismo, y es más sencillo ser aceptado que aceptarse? No valemos mas que lo que los demás están dispuestos a pagar por nosotros..parece que es la gran mentira que domina sus almas.. Necesidad de reconocimiento, pavor ante el ser uno mas, combatido siendo uno mas..¡Triste ironía!


Hoy soy todo mi patrimonio, mi realidad, mas adentro que afuera. No necesito destacarme entre la multitud vendiéndome como un producto en la vidriera.. Prefiero cargar con mi verdad, de la mano del anonimato, de la soledad, por aquella senda que solo construyo yo y la naturaleza que me rodea, y que algún día cargará con mi huella. Solo son testigos el viento y el paisaje; el murmullo de la vida, mi fiel acompañante.
Y entonces, el día en el que mis pulmones tomen el último bocado de aire, mis ojos se cierren para no volver a ver jamás, y mi corazón se detenga en un rotundo golpe seco, balbuceando el suspiro de un mensaje silente, sabré que ya no necesitaré de mis sentidos, y que nunca mas habrá lugar para la mentira; sino que me convertiré en perfección, en cada gramo de aire, en cada paisaje y en cada brisa que mueve a la vida. Me haré esa palabra que desahogará tu alma y que solo compartiremos con la eternidad observadora. Seré asi quien guarde tus pasos y cuide de tu anónima figura errante, que transita este mundo en busca de verdad, para fundirte en el eco de la inmortalidad y resurgir como un nuevo brote de esperanza.






Sofia.

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